En la era de lo digital, en la que muchas veces nos comunicamos más por la vía escrita que presencialmente, las palabras que usamos y los mismos emoticones de las redes sociales son un indicio de cómo está nuestra salud mental y física.
La psicografoanalista Leticia Volker explicó a LA GACETA cómo su profesión le permite realizar análisis de la escritura a mano y por medios digitales para hacer un diagnóstico de la salud mental. La profesional comentó qué problemáticas y patologías se pueden descubrir a través de la observación del tamaño de la letra, la forma, el uso de mayúsculas y minúsculas, el uso de emoticones y las palabras que más repite quien escribe.
Según expresó Volker, única en su profesión en Salta, y quien atiende numerosos casos en su consultorio particular, estas son las tres cosas que más se repiten en las consultas: violencia de género, bullying y casos de bulimia y anorexia. Lo curioso de estas situaciones es que cada una atraviesa diferentes edades, ya que la violencia de género y familiar se da más en personas adultas, la bulimia y anorexia en chicas adolescentes, y el bullying en niños.
La profesional explicó que “los grafólogos analizamos hasta los mensajes de texto y lo que uno escribe por computadora, cuáles son las palabras que más repite, en los mensajes de texto cuál es la letra que pone en mayúscula o en minúscula, o cual es la que tiene alguna falta de ortografía y otras que no, cuales son las letras que abrevia y las que no. Nosotros analizamos todo”.
También, en la era de lo digital, el uso de emoticones en mensajes de WhatsApp o Facebook está bastante generalizado, algo que no escapa a la grafología. Sobre esto, Volker dijo que: “con la cuestión de las caritas también se hace un análisis viendo en qué contexto va la carita, cuál es la letra que va antes de la carita, de qué se trata el texto, qué tipo de cara puso y si van relacionados, por ejemplo si pone una cara triste y por ahí está escribiendo algo alegre”.
Sobre estos casos, la grafóloga explicó que: “acá en Salta hay una tendencia de que el hombre tiene que ser el cabeza de la casa, el que tiene que mantener y la mujer tiene que ser más sumisa. Como la mujer se liberó un poco más, el hombre se siente invadido, como que le sacaron el poder. Entonces la forma de que no le quiten ese poder es a través de la violencia”.
En cuanto a los otros dos casos, Volker dijo: “muchos casos que se ven son los bullying en los chicos. En las adolescentes se ven muchos casos de bulimia y anorexia y los padres no lo saben. A través de una escritura o a través de un dibujo se puede detectar enseguida que una persona está teniendo ese trastorno. Después se hace una derivación que corresponda”.
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