Estrellas a media asta

El pasado 4 de abril, falleció por causa de una hemorragia gastrointestinal en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en Móstoles, en la Comunidad de Madrid, España, a los 79 años de edad, el mítico cantautor argentino Alberto Cortez. Con mucha modestia, y a la vez urgencia por dedicar unas mínimas palabras al paso a la inmortalidad de un gigante de la música y la poesía de la lengua castellana, surgió este poema. Gracias por tanto, maestro.


Estrellas a media hasta

Inevitable es decir que ahora que un amigo
se va, ya no llega una rosa cada día,
la vida es más silbido que latido, y los abrigos
desabrigan comillas robando fantasías.

Insuficiente es decir que ahora que un amigo 
se va, las estrellas iluminan a media asta,
escapan sonrisas por la ventana del ombligo
de un ajado mundo con palomas en subasta.

Alberto será para cada corazón 
soñante una metáfora de la dulzura,
y de esa poesía que nos hace falta
cada día más.
Alberto será para cada emoción
tronante un torbellino para la ternura,
y de esas melodías que gritan en voz alta
la palabra paz.

Aprendiz de Quijote que sin perder
el bigote y los modales conquistó a puro
verso el universo sin pensar en esconder
las hondas heridas que nos deja lo oscuro. 

Queda un árbol donde termina la casa,
Rancul silencioso y Madrid en penumbras,
quedan los indiferentes, tacaños de raza,
y las estadísticas creyendo que deslumbran.

Alberto será siempre un vagabundo
cosmopolita, trashumante y seductor,
cantando para que no muera la esperanza,
la fe y la honestidad.
Alberto será siempre un profundo
pacifista, como un eterno niño explorador,
con la bella voz de quien inclina la balanza
respirando libertad.

Bailarín de la palabra constructora 
en franca oposición a la invasora 
costumbre de callar,
paladín de la canción conmovedora,
caricia en tiempos de ametralladoras,
glorioso juglar.

Alberto se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y la leyenda nació...

© Mariano Torrent 2019.

1 comentario :

  1. Mi inspirador.... Quien ha movilizado las corrientes de mi alma acariciado mis tormentas. quien ha movilizado mi corazón y ha despertado la esencia de la escritura y la composición...
    Lo conocí , aquí, en mi ciudad Montevideo, y nunca voy a olvidar sus palabras..: NUNCA DEJES DE CANTAR... Recuerdo que bajo del escenario y allí en el camerino vestía una remera de Juan Salvador Gaviota, con unas alas extendidas, y alli me invito a volar en esta gran travesía de la vida narrada.

    Hoy, con 56 anos, estoy preparando un concierto TRIBUTO A ALBERTO CORTEZ.

    no puedo agradecerle de otra manera...
    Dios lo bendice ahora.... seguro hoy esta en su gloria

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