Entre tus piernas y mi alma hay un jugar a no darnos cuenta
el bien que nos haríamos, un pasado mañana manchado de
olvido, un no saber como empezar, quiero y no puedo...
Aquí esperan mis labios con lenguaje
de arrabal a tu piel hecha poesía,
mis ganas de quererte como a nadie,
y domarte el corazón con mis defectos.
Aquí te esperan mi vocación de respirar
administrando las penas de mis días,
no se como explicarte, que quererte
redefine decepciones... Irás causando efecto...
Entre tanta luz que me prestás, y mi abundancia de libertad
existe un abismo de deseos equivocados; cuando bajo
al infierno lo hago con el dolor en la mochila...
Aquí te esperan mi vanidad, mi egocentrismo,
mis miedos, mi invierno y mis pecados,
el óxido de mis tardes, mi rutina, mis sueños,
y mi autóctona media tinta de recelo.
¿Allí me esperas, fulanita de tal, vestida de
desnudez, sabías que me adeudas el pasado?
Y yo te debo éstas ganar de amar, de despertarme
al lado tuyo, con la primavera entre tu pelo.
Entre tu almohada y la mía, cuento los kilómetros, las
manos vacías, las penas repletas, los abrazos que quizá
nunca nos demos, reconozco, preciosa, por mi cobardía...
Aquí te espera la sinceridad de mi sonrisa,
aunque a veces tiene la dirección equivocada,
un amor a mitad de camino entre mis defectos
y mis fracasos, aviso por no traicionar...
¿Allí me espera el desastre ideal, el chaleco
de fuerza, la luna de tu mejilla personalizada?
Me muero por ser tu vida, pero te pido un favor,
el día que me quieras no te vayas a enamorar...
Entre mi te quiero carraspeando y tu sordera romántica habita
lo nunca confesado, la penúltima vez que aprendí a respirar
fue por no saber mojarle la oreja a mis fracasos...
Aquí te esperan mi anarquía, mis silencios,
un país a tu medida, para compartir errores,
mi falta de elegancia al derrapar, mi confusión,
y mi sombra que sangra por tu mirada.
¿Allí me espera la mujer entre todas las mujeres,
un fascinante narcisismo, un porvenir en colores?
Si voy a perder con tu amor, que sea en el
último set, perdón por tanta caricia descafeinada...
Se va a acabar el mundo algún día, y nosotros jugando al delirio de
la lejanía, tristemente cerca, imbécil yo, ingenua vos, traicionado yo,
llorando vos; no se trata de fantasmas, sino de causas perdidas...
Allá te espero, preguntándote - preguntándome –
como le bajo una estrella a quien todo lo tiene,
el problema no es otro que no tener sentimentalmente
hablando algo concreto que ofrecerte...
Acá me esperas, estoy seguro, cuando salga
de viaje habitarás en el hueco que deje caliente,
el problema será gritar tarde quizá que valías
como mujer algo más que intentar comprenderte.
Y ahí, cuando ambos entendamos, empuñando silencios, lo que podíamos
darnos compartiendo la vida, ¿Será la rabia o la tristeza la que grite
más fuerte el "yo lo sabía"? ¿O será el desamor el que formule teorías?
Aquí te espero, pidiendo perdón por tanta idiotez
conjugada, si acaso supieras (si yo me entendiera);
seguir siendo amigos...El mal menor tiene el
sabor de amargo consuelo y un paladar autodidacta...
Allí...No me esperes, que seas feliz jugando
a caminar entre comillas, seas reina o hechicera,
cuando el destino nos saque la lengua, viejos y
frustrados, espero que tu sonrisa esté intacta....
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